es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para
manejarlos. El término fue popularizado por Daniel
Goleman, con su célebre libro:Emotional Intelligence, publicado en 1995.
Goleman estima que la inteligencia emocional se puede organizar en torno a
cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos,
reconocerlos, crear la propia motivación,
y gestionar las relaciones.
ORIGENES DEL CONCEPTO
Aunque las
definiciones tradicionales de inteligencia emocional, hacen hincapié en los
aspectos cognitivos, tales como la memoria y la capacidad de resolver
problemas, varios influyentes investigadores en el ámbito del estudio de la
inteligencia comienzan a reconocer la importancia de los aspectos no
cognitivos. Thorndike, en 1920, utilizó el término inteligencia social para
describir la habilidad de comprender y motivar a otras personas.1 David Wechsler en 1940, describe la
influencia de factores no intelectivos sobre el comportamiento inteligente, y
sostiene, además, que nuestros modelos de inteligencia no serán completos hasta
que no puedan describir adecuadamente estos factores.
En 1983, Howard Gardner, en su Teoría de las
inteligencias múltiples Frames
of Mind: The Theory of Multiple Intelligences introdujo la idea de incluir tanto la
inteligencia interpersonal (la capacidad para comprender las intenciones,
motivaciones y deseos de otras personas) y la inteligencia intrapersonal (la
capacidad para comprenderse uno mismo, apreciar los sentimientos, temores y
motivaciones propios). Para Gardner, los indicadores de inteligencia, como el CI, no explican plenamente la
capacidad cognitiva. Por lo
tanto, aunque los nombres dados al concepto han variado, existe una creencia
común de que las definiciones tradicionales de inteligencia no dan una
explicación exhaustiva de sus características. Otro de los orígenes de la
inteligencia emocional está en Joseph Ledoux, como influencia más reciente, a
partir de su libro "El cerebro emocional (1996), en él divulga sus
hallazgos acerca de los circuitos neuronales del cerebro y afirma que la
emoción precede al pensamiento, también explica por qué los procesos de
raciocinio que tienen lugar en el neocórtex van muchas veces a la zaga o en
contra de los impulsos de la amígdala.
LA
SEDE DE LAS PASIONES
La amígdala
cerebral y el hipocampo fueron dos piezas clave del primitivo
«cerebro olfativo» que, a lo largo del proceso evolutivo, terminó dando origen
alcórtex y posteriormente al
neocórtex. La amígdala tiene forma de almendra con estructuras interconectadas
asentadas sobre el tronco cerebral, hay 2 amígdalas a cada lado del cerebro y
la nuestra es la más grande comparada con la de los primates. La amígdala está especializada en las
cuestiones emocionales y se la considera una estructura límbica muy ligada a
los procesos del aprendizaje y la memoria. Si
la amigdala es separada del cerebro no es posible apreciar el significado
emocional de diversos acontecimientos, lo cual se le conoce como ceguera afectiva. Además de la
pérdida de afecto y consecuente pérdida de memoria la amígdala junto con la
circunvolución cingulada también permite la secreción de lágrimas y funciona
como un depósito de la memoria por lo que quien vive sin amígdala prácticamente
pierde la memoria ya que la amígdala guarda aquellos recuerdos que más impacto
emocional tuvieron en nuestra vida como los traumas o nuestros momentos más
felices. Constituye una especie
de depósito de la memo
ria emocional. Es la encargada de activar la
secreción de dosis masivas de noradrenalina,
que estimula los sentidos y pone al cerebro en estado de alerta.
LeDoux descubrió que la primera zona
cerebral por la que pasan las señales sensoriales procedentes de los ojos o de
los oídos es el tálamo y, a partir de ahí y a través de una
sola sinapsis, la amígdala. Otra
vía procedente del tálamo lleva la señal hasta el neocórtex el cerebro pensante,
permitiendo que la amígdala comience a responder antes de que el neocórtex haya
ponderado la información. Según
LeDoux: «anatómicamente hablando, el sistema emocional puede actuar
independientemente del neocórtex. Existen ciertas reacciones y recuerdos
emocionales que tienen lugar sin la menor participación cognitiva consciente».
EL
GESTOR DE LAS EMOCIONES
La amígdala prepara una reacción emocional ansiosa e
impulsiva, pero otra parte del cerebro se encarga de elaborar una respuesta más
adecuada. El regulador cerebral que desconecta los impulsos de la amígdala
parece encontrarse en el extremo de una vía nerviosa que va al neocórtex, en el
lóbulo prefrontal. El área prefrontal constituye una especie de modulador de
las respuestas proporcionadas por la amígdala y otras regiones del sistema
límbico, permitiendo la emisión de una respuesta más analítica y proporcionada.
El lóbulo prefrontal izquierdo parece formar parte de un circuito que se
encarga de desconectar o atenuar parcialmente los impulsos emocionales más
perturbadores.
Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Inteligencia_emocional
Este tema es super interesante, cabe agregar que la inteligencia emocional es la habilidad para expresar las emociones dependiendo de las situaciones por las que estemos pasando. Hay que tener en cuenta que algunas personas pueden desarrollar mejor esta capacidad. Y como se dice popularmente "al mal tiempo buena cara".
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